Conviene bañar al perro después del stripping. Utilizaremos un champú que tenga el PH adecuado al animal.
La temperatura del agua será tibia y aprovecharemos que hay mucho contacto con tu westy, procediendo a realizar un masaje, con la doble finalidad de que el manejo del animal sea agradable para él y que además le penetre bien el producto.
Si nos decantamos por diluir producto y utilizar un difusor, la ventaja que esto proporciona no es otra que el ahorro de producto, del agua y además se procede a extender mejor el contenido. Lavaremos bien todas las partes con especial atención de las orejas. Aclararemos con abundante agua tapando con los dedos las entradas de la oreja para evitar que le entre agua en los oídos.
Escurriremos el pelo del westy antes de sacarlo del baño y secarlo bien con una toalla. Se prestará especial atención al secado por dentro de las orejas. Podemos poner acondicionador para el pelo, aconsejando siempre aquellos acondicionadores específicos para razas de pelo duro.
Si tenemos aparato para extraer el agua lo utilizaremos (expulsor de aire), en caso contrario utilizaremos el secador, con temperatura suave. El primer paso es el ir secando el cuerpo (con expulsor o secador), levantando el pelo en contra de su nacimiento y cepillando con una carda suave, y que el secado sea desde el nacimiento del pelo hacia la punta. Procederemos después a ir secando del mismo modo que en el paso anterior, pero procediendo a peinar hacia el nacimiento del pelo. Peinaremos el pelo de la cabeza hacia delante y en la parte de arriba utilizamos el cepillo de “mantequilla” para dar volumen.
Si se decide hacer limpieza en seco de nuestros westies, después de haber impregnado de harina de maíz, siempre se debe quitar muy bien los restos sobrantes y sobre todo de la piel.
La maizena más que nada contiene la fécula. A través de la fécula del maíz al proceder a moler ésta, se consigue que haya levaduras naturales. Y la levadura sobre una piel, si no se retira de forma correcta puede derivar en problemas a largo plazo de la piel. Si lo hacemos mal, podremos ayudar a que , determinados hongos y en este caso levaduras, puedan proliferar por la piel de nuestros westies.
Ellos en la naturaleza nunca utilizarían esto. Su limpieza consistía en acudir a ríos o charcos y humedecer el pelo, como mucho, el revolcarse en determinadas zonas donde algunos lodos les podían ayudar a mantener la piel sin problemas. En dermo cosmética se utilizan determinadas arcillas naturales para ayudar al mantenimiento de la piel.
Si disponéis de expulsor, una vez hemos procedido a limpiar el manto con el cepillo y la maizena, se debiera proceder a pasar el expulsor pegadito a la piel para evitar que se quede pegado en la piel el exceso de maizena, y con ello liberamos de los poros ésta, evitando consecuencias futuras.
Aunque para ejemplares que acuden a exposiciones, se utilizan determinadas mezclas en las que se incluye la maizena, en muchísimos sitios ya no se permite la utilización ya que implica problemas a largo plazo de la piel.
Seamos lógicos y coherentes. La piel respira. Si echamos maizena, esta se queda pegada en los poros, y hace que el nacimiento del pelo que hayamos podido arrancar no sea posible, haciendo que por cada pelo de cobertura que no saquemos, en el folículo puedan existir entre 6 y 12 pelos de tipo “subpelo” o blanditos, y hay grandes posibilidades de que se genere una foliculitis. A muy largo plazo, se consigue que al existir foliculitis, aparte de los problemas de piel, da efecto de reblandecimiento del pelo, cosa la cual no es aconsejable. A mayor dureza, mejor higiene tanto en el manto como en la piel.
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